11 de diciembre de 2008

Goodbye Shadwell! (estoy escarbando un túnel...)

Pues sí, parece ser que aquí comienza una nueva etapa en mi estancia en Londres...

Este sábado día 13 de diciembre finaliza el contrato de nuestra actual vivienda en el inframundo de Shadwell, y el 16, tomamos rumbo de vuelta a Córdoba. Con apenas una semana de antelación, comencé a buscar un nuevo sitio donde alojarme junto a mi nueva y querida compañera de batallas a mi regreso en enero. Con esta búsqueda he llegado a varias conclusiones. La primera, que cuatro de cada cinco anuncios que se encuentran por internet son timos. Es absurdo, todos emplean los mismos trucos, las mismas excusas baratas con las que intentan convencerte para que les envíes dinero (bueno, según ellos, enviártelo a ti mismo o a algún familiar). No podéis imaginar la infinidad de artimañas estúpidas que pueden llegar a usar, lo más vergonzoso es que en una ciudad como esta, eso pase tan asiduamente, mi mente no llega a comprenderlo. La segunda conclusión, es posible encontrar un buen sitio teniendo paciencia y e indagando mucho en páginas de internet en poco tiempo. O eso o es que he tenido mucha suerte.

La cosa es que después de escribir unos 100 emails a gente con viviendas en alquiler (y descartando los timos, recordad el 80%, y mis exigencias, restad otro 15%, ya que quería una buena zona), he conseguido ver varias habitaciones, que no está mal con ese mínimo porcentaje del 5%. El primer piso que vimos no estaba mal, una habitación normalita, con un pequeño jardín para hacer barbacoas o tomar el sol (si es que eso es posbible aquí), compartiéndolo con 4 personas más, 2 italianas, un argentino y un italiano. Me habría quedado ahí de no ser porque estaba en la parte sur del río, en una zona bastante parecida a ésta de la que estamos huyendo. El segundo, la caña de España, una habitación bastante buena, con una cama adimensional, en una zona maravillosa llamada Islington, a compartir con una chica y 2 chicos. Evidentemente lo cogí sin pensármelo dos veces y la chica que dejaba el piso quedó en llamarme al día siguiente para formalizar el contrato con el landlord. Fui el hombre más feliz del mundo durante unas horas, el tiempo suficiente para que un compañero de esta chica le dijera que no quería parejas en el piso ya que no creía que el piso fuese lo suficientemente grande como para albergar a tantas personas. Me escribió un email pidiéndome disculpas y nada, ilusiones a la mierda. Al menos ver éste me sirvió para afinar más mi búsqueda y dedicarme casi exhaustivamente a buscar pisos por esta zona. Encontré otro más o menos cerca. Quedé con un tal Vij para ver la habitación a las 16,30. Llegué muerto de hambre y cansadísimo (cómo no, Jovi, el amigo de las caminatas) al vecindario más márginal que he visto en esta ciudad. Curiosamente, situado a unos 15 minutos del piso que me encantó. Es increíble ver cómo cambian las cosas aquí de una calle a otra. Bueno, aparte de la fachada del edificio, aterradora como ella sola y con claros síntomas de derrumbarse en cualquier momento, la habitación era una maravilla, grande y muy bien cuidada, la verdad. Pero lógicamente, no viviría allí ni aunque me pagaran. Salir de Guatemala para meterte en Guatepeor, pues eso, que va a ser que no. Volví a casa (más cansado si cabe) y tras contarle mi experiencia a Tarod, miré mi correo. Había recibido un email de alguien con un piso justo al lado del segundo del que os he hablado, es decir, en la zona guapilli. Aunque estaba muerto de cansancio, le contesté diciéndole que quería ir a verlo en ese momento (más o menos las 19,00), movido claramente por mi agobio y mi interés en la zona. Así fue, esta vez cogimos el metro y allá nos dirigimos. Nos abrió la puerta una señora de unos 50 años, con un acento poco británico y un aspecto débil. Nos enseñó la habitación, realmente acogedora y bastante amplia, llena de armarios y cajones donde meter infinidad de ropa y demás enseres; y el resto del piso, con una cocina bastante graciosa, un cuarto de baño justo en frente de la habitación, y otras 2 habitaciones. Después de sopesar la situación, acepté quedarme aquí. A ver, sé que es vivir con alguien mayor (otra vez, aunque no tan viejuna como la amiga de la guadaña que aún posee nuestras almas), pero bueno, la primera impresión fue bastante buena, la mujer muy cordial y ofrecida, así que... aquí estamos. Nueva vivienda desde ayer, día 10.

Nuestras primeras impresiones han sido bastante buenas. Llegamos por la mañana para pagar el depósito y la primera semana y allí nos esperaba la dueña junto a su hija, una chica de unos 20 años llamada Daiva que está estudiando derecho. Nos dijeron que son de Lituania y estuvieron charlando con nosotros un rato mientras formalizábamos el pago. Por la tarde tocó a nuestra puerta un chico iraquí, llamdo Ahmed, que tiene alquilada la habitación de al lado (de la que sale un sospechoso olor a marihuana por las noches) y que nos ofreció su ayuda por si necesitábamos cualquier cosa. Por lo visto trabaja en una oficina cerca de aquí. Luego vimos al hijo de la dueña, un chaval alto y rubio de unos veinti tantos llamado Marius que venía de trabajar en bicicleta, un poco más frío que el otro, pero bueno, tan sólo fue un primer acercamiento. Y eso es todo respecto a los habitantes de la casa.

Luego está el lugar en sí mismo. Después de andurrear por los alrededores hemos descubierto que las posibilidades que aquí se nos ofrecen son infinitas. Para empezar por lo más importante, el ahorro, cómo no, decir que a 10 minutos del piso hay un Iceland, varios Tesco y un Sainsbury. Así que a la hora de comprar víveres tenemos un amplio abanico de posibilidades donde elegir. Está muy bien comunicado, con varias estaciones de metro cerca y paradas de autobuses nada más salir del portal. Hay un parque enorme en el residencial, donde podremos bajar si el tiempo nos deja. También tenemos un montón de bares, restaurantes, sitios de comida rápida, un teatro, de todo lo imaginable, a tiro de piedra. Varios mercados a los que aún no hemos ido y en fin, sobre todo es saber donde estás viviendo, que tienes de todo a tu alcance y que además, todo parece tan seguro en comparación con nuestro anterior ..

Así que en resumidas cuentas, estoy muy contento con la nueva adquisición, esto hace que mi vuelta se presuma bastante agradable a priori. En fin, ya os contaré.

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